domingo, 15 de agosto de 2010

LOS JOVENES COMO ACTORES SOCIALES



Solo somos jóvenes una sola vez en la vida, llenos de valor, coraje, valentía y sobre la virtud que nos caracteriza de ser rebeldes de luchar por lo justo en donde quiera que estemos en cualquier circunstancia que nos encontremos, aquella efervescencia por la humanidad debemos aprovecharla, dejando verdaderamente huellas en el transcurso de nuestra historia, que sirva como ejemplo valedero y sostenible realmente desde diferentes aspectos, asimilando la teoría con la practica esencia que nos permitirá crecer cada día que pasa para convertirnos en una mejor persona. Por ello, es necesario aprovechar de la mejor manera posible esa etapa de nuestra vida, a través de la organización que es la mejor manera de planificar cualquier tipo de actividad en beneficio del bien común de la sociedad.

En los actuales momentos los jóvenes tienen que llegar ha comprender que son la esperanza para forjar un nuevo rumbo en nuestro país, aportando al desarrollo e integración de los pueblos. Cuando se ha discriminado, explotado e incumplido los derechos del artesano, del obrero y campesino, los jóvenes han sido un eje fundamental para los cambios sociales, ahora más que nunca solo organizándose se podrá vencer cualquier tipo de dificultad. Algunos desconfían en la juventud justificándose que es por no tener la experiencia necesaria, solamente recordemos cuantos años tenía Simón Bolívar cuando comenzó a luchar por la independencia de América Latina, dando realce a la frase “la práctica hace al maestro”.

Por lo tanto la sociedad debe dar una oportunidad a la juventud de mostrarse tal y como es sin aparentar lo que no es, para poder trabajar socialmente y ser actores del presente y el futuro ayudando a desarrollar destrezas y habilidades a la juventud a través del trabajo voluntario que nos convertirá en personas solidarias, logrando generar conciencia en los demás jóvenes y la sociedad. Los jóvenes son la mayor representación del pueblo en donde se debe abrir caminos hacia nuevos horizontes que permitan crecer al nuevo joven con dignidad, ética y moral, aportando progresivamente como actores sociales

Sin duda alguna, los jóvenes hoy tienen mayor conciencia política, la misma que se ha logrado educándonos desde abajo, ahora entendemos que somos el alma de la patria ardiente como el sol y lleno de fuego como es nuestro corazón, luchando por las injusticias en cualquier parte del mundo que es la causa más noble y leal de un verdadero ser humano.

Por: Roberto Maza

Diario “LA RAZÓN”

viernes, 6 de agosto de 2010

ESTÁ PROHIBIDO HACER POLÍTICA.

Las organizaciones no gubernamentales en el país incluyen una muy variada representación que va desde asociaciones, cooperativas, gremios, sindicatos, fundaciones, corporaciones, asociaciones barriales, ligas deportivas, comités de padres, clubes, condóminos, y muchas más. Son entidades constituidas con diferentes fines y objetivos humanitarios y sociales, definidos por sus integrantes e independientes de gobiernos locales, nacionales e internacionales.

En el mundo y el Ecuador no es la excepción, se organizaron para actuar en una amplia variedad de temas y ámbitos en los que realizan su trabajo, relacionados con la defensa de la naturaleza, la salud, el trabajo, la investigación, la cultura, los derechos humanos, la transferencia de tecnología, la ayuda humanitaria, el deporte, la migración, la participación ciudadana, la democracia, la vivienda, la niñez, la recreación, el desarrollo humano y económico. Obviamente para su accionar y apoyar las debilidades del Estado en estos ámbitos también deben incidir en políticas públicas, desde la propuesta de leyes o reformas a las existentes cuando no existen o resultan insatisfactorias para algunos grupos de la sociedad, en las instancias públicas correspondientes, o en la defensa de los derechos cuando estos son violentados por parte de los órganos del Estado o de sus miembros. En estos temas podemos incluir también la corrupción y los abusos públicos o privados.

Para poner un ejemplo urbano, si los moradores de las Acacias o de la Maldonado en Quito no se organizaban con el apoyo de ONGs, no habrían logrado la restitución de los parques en sus barrios, ilegal e ilegítimamente vendidos a particulares con la complicidad de funcionarios municipales. Los vecinos de estos barrios fueron amenazados, encarcelados pero su organización y su lucha les permitió vencer poderes fácticos. Y esa fue una lucha política organizada por ellos y las ONGs. Y esas historias, unas más complejas, difíciles y no sin riesgo de un sinnúmero de personas que deciden organizarse para mejorar sus condiciones de vida, defender sus derechos y participar activamente en la construcción de lo que ahora se llama el sumak kawsay es la participación política, como ya lo definía hace siglos Aristóteles.

La constitución garantiza el derecho a la libre organización y establece al Estado como garante de ese derecho, sin embargo los decretos Decretos Ejecutivos 982 y 1389 expedidos en este régimen pretenden restringir y controlar el accionar de las ONGs, con el argumento de que intervienen en política. Se pretende silenciar estas voces y detener el accionar de los ciudadanos y sus organizaciones, sobre todo de las que cuestionan el modelo económico y político, como dijo recientemente el presidente Rafael Correa: “ONG que se mete en política se va del país, porque está prohibido hacer política, si quieren hacer política armen un partido político, dicho sea de paso la CONAIE como organización social tampoco puede hacer política, y es lo que más hace, pero se cree por encima de la ley”.

Dirán que las ONGS no quieren que les controlen, sin embargo que los mecanismos de regulación existían antes de esos decretos, el problema es que la definición de si cumplen o no sus fines o comprometen la seguridad o los intereses del Estado pende de un delgado hilo, quien decide si la intervención en política de las ONGS amerita su clausura es el gobierno. Esta definición pedestre de la política, que aparentaría poca rigurosidad académica, en realidad encierra rasgos totalitarios y peligrosos. Ya en el neolítico se hacía política para organizar la sociedad, pero en el Ecuador parece que las megabestias no existen solamente como restos fósiles, sino que la herencia genética ha perdurado en la actual dirigencia en el poder y su nueva megapolítica.

Por: Ricardo Buitrón